Nunca guardes nada para una ocasión especial, cada día que estamos con las personas que queremos es una "ocasión especial".
Los mejores momentos hay que disfrutarlos cuando se presentan. Cada minuto del día es una ocasión especial, el despertarme por la mañana para mí es un momento especial, echo de menos muchas cosas, algo que ya no tengo porque es ley de vida que así sea; quizás en su día no supe aprovechar cada momento, o quizás se me fue de las manos sin darme cuenta.
Este vino lo tenía guardado para esa esperada "ocasión especial", y ésta llegó, pero el vino no estaba bueno. ¡Nunca hay que guardar nada! Otro vino inferior, o más barato, nos acompañó perfectamente.
-Foto cedida por una comensal de la "ocasión especial"-
Un saludo.