Los mejores momentos hay que disfrutarlos cuando se presentan. Cada minuto del día es una ocasión especial, el despertarme por la mañana para mí es un momento especial, echo de menos muchas cosas, algo que ya no tengo porque es ley de vida que así sea; quizás en su día no supe aprovechar cada momento, o quizás se me fue de las manos sin darme cuenta.
Este vino lo tenía guardado para esa esperada "ocasión especial", y ésta llegó, pero el vino no estaba bueno. ¡Nunca hay que guardar nada! Otro vino inferior, o más barato, nos acompañó perfectamente.
-Foto cedida por una comensal de la "ocasión especial"-
Un saludo.
4 comentarios:
totalmente de acuerdo... yo hace mucho que sigo esta forma de pensar... vivir sólo el momento, eso es lo que cuenta.
bicos,
Aldabra
La vida son dos días y si uno lo dedicas a pensar que vas hacer al día siguiente, se te pasó.
Carpe Diem.
Un saludo
Siempre pensamos que las ocasiones especiales están por llegar, cuando quizá hayan pasado y no nos dimos cuenta.
Besos
Tienes razón.
¿Y que mejor especial que premiarse a uno mismo algún día para compensar algún berrinche o felicitarse por algo bien hecho? O simplemente, porque nos queremos mimar a nosotros mismos de vez en cuando.
Ayer mismo me invité a mi misma a una botella de un blanco de la Toscana (Italia) que tenía guardado.¡Estaba de primera!
Si estuviera a tu lado abriría ahora mismo una botella de las guardadas para alguna ocasión especial, jaja, y nos tomaríamos una copa juntas
Un abrazo.
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