sábado, 12 de abril de 2008

Recuerdos


Me quedé allí pensativa, callada, con mis seis años poco podía decir, pasaron las horas y seguía con la nariz pegada al cristal; ví como mis padres y mi abuelo volvían a casa. Estaban muy tristes, alguien faltaba por volver. Mi vecina me decía que me estaba viendo desde el cielo, miré al cielo y sólo vi un cuervo, me explicó que no podía verla pero ella sí me veía.
Tanto mis padres como mi abuelo, estaban demasiado apenados como para ponerse a contarme historias.
Mi abuelo se metió en su habitación y no salió hasta el día siguiente, fue entonces, cuando me preguntó si lo quería acompañar al cementerio, claro que fui, los dos permanecimos callados durante todo el trayecto desde nuestra casa. Era la primera vez que iba a tal sitio y, al llegar, me sorprendí, ¿cómo era posible que a mi abuela la metieran allí? Él me dijo que allí estaba su cuerpo, que su alma estaba con nosotros. "Pues conmigo no está", contesté.
De vuelta a casa, me habló todo el tiempo de ella, de lo buena que era, de lo que nos quería a todos, de lo que me quería a mí...yo quería saber más y le hice muchas preguntas; él llevaba aquella gabardina con la cinta negra en la manga, le pregunté por qué llevaba eso, "Estamos de luto", me respondió. "¿Qué es el luto?" pregunté. "El luto es cuando se muere alguien a quien queremos mucho, para demostrarle lo que la queremos nos ponemos de negro".

"¿Ahora con quién voy a estar?" "Con tus padres y tus hermanos", respondió," y conmigo, pero yo tengo que seguir con los negocios, no los puedo abandonar".

Sabía perfectamente que un poco sola sí que me quedaría, mis hermanos al ser mayores que yo y, aunque vivíamos juntos, no tenían esa dependencia de la abuela.

Pronto tendría que volver al colegio, no me apetecía nada.

Pasada una temporada, una hija de mi abuelo que vivía en otro lugar, volvió para ocuparse de él,

En ese momento, no podía imaginarme el giro que mi vida estaba a punto de dar...

Un saludo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La muerte de un familiar nos nos cambia las estructuras mentales.

Saludos.

la cocina de frabisa dijo...

Es increíble lo que puede afectar a un niño un acontecimiento así. Hay tantas cosas que escapan a su comprensión que su visión es demasiado parcial.

un besito

Meigo, aprendiz de Druida dijo...

Mi querida paisana, antes de nada muchas felicidades por tu cumple. Muchos besos y rosas.
He leido todos los posts que tenia atrasados. La verdad es que "se me acumula el chollo" La verdad es que en nuestro puelo hemos vivido este mes de marzo enre la semana santa, equiocio y las pepitas, ya le hemos dado marcha al cuerpo.
Lo delos abuelos, pues más o menos que tu, solo conocí a dos, los padres de mi padre y su fallecimiento, sobre todo el de mi abuela que era yo un crio, lo tengo muy presente. Y es que yo los veia poco. Eran de Paderne (Betanzos) y las comunicaciones no eran ls mejores. Cuando iba a verlos l hacia en tren y luego andando. Pero ese "bautizo con la muerte" es imborrable. Es cuando noes empezamos a hacer las primeras preguntas filosóficas.
Aná, muchas felicidades y disfruta de esas aguas. Ya me contarás que tengo ganas de probarlas.
Felicidades y muchos besos, Aná

M. J. Verdú dijo...

Estoy ansiosa por sabes cuál es ese cambio inesperado. La historia es conmovedora.

Anónimo dijo...

Los niños captan más cosas que lo que los adultos nos creemos.

Trini Reina dijo...

Ahora entiendo un poco más el otro post y veo que son vivencias personales.
Es curioso como un detalle nos cambia la vida para siempre.
También pienso, a veces, que todo lo que nos sucede a lo largo de los años, está caprichosamente encadenado...
Besos