La Noche de las Pepitas

Nadie gana a Ferrol en rondallas. La música impera en las calles y se demuestra en una de sus celebraciones más tradicionales: la Noche de las Pepitas. Este culto a la guitarra y el cantar nació a principios del siglo XX, como una evolución ferrolana del típico piropo a las mujeres. Se desarrolló entre los obreros de los propios astilleros, fundadores de muchas de las rondallas.
Su celebración, siempre en la víspera de San José, se ha retrasado este año hasta la jornada de hoy con el objetivo de que no coincidiese con el Martes Santo.
La ciudad cuenta con cuatro rondallas, a las que se suman las pertenecientes al resto de los municipios de la ría. No faltarán los homenajes a los rondallistas más veteranos, aunque la fiesta principal se reserva para la noche, con el festival de rondallas en la plaza de Amboage.
Durante todo el día, recorrerán las calles con sus eternas canciones de amor, armados de bandurrias y capas negras. Su periplo seguirá por los bares, entonando canciones con pandillas.
Y como homenaje a las Pepitas, Pepas o Josefas, las pastelerías y otros establecimientos gastronómicos de la ciudad ofrecerán todo el día los dulces más representativos: los bicos, un buen beso de chocolate con corazón de bizcocho y regusto a naranja.

Saludos.