domingo, 2 de marzo de 2008

¿consumir menos y mejor?

Con el bombardeo publicitario que tenemos es casi imposible intentar cumplir con el título.
Menos, podemos consumir, mejor, pasará mucho tiempo. En 15 días no se pueden cambiar los hábitos.
Si por mí fuera, suprimiría tanta variedad de bebidas de las estanterías de los supermercados, refrescantes y otras muchas, la cerveza y el vino tinto, los mantendría, es lo que me gusta, moderadamente, claro. Ahora mismo, estoy con un tratamiento médico que siempre llevo muy estricto y estarán en mi despensa por largo tiempo.
De toda la bollería me quedo con el pan de las panaderías en dónde se hace de verdad, que la masa no venga congelada de otro sitio, por suerte en mi barrio existe.
En las tiendas de siempre se puede consumir menos, lógicamente las estanterías no pueden estar con tanta variedad de productos como en una superficie grande, que son diseñadas para eso para hacernos adquirir productos innecesarios.
En electrodomésticos pequeños, la mayoría, a mi entender lo único que hacen es ocupar un lugar en algún mueble, en mi caso, mis zumos de naranjas y limones me resulta mucho más práctico en el exprimidor manual, considero que es más fácil y rápida la limpieza.
En mi casa sigue habiendo un único televisor en la sala.
Los electrodomésticos antigüos, por mucho plan prever que nos pongan, no es fácil cambiarlos todos en un tiempo breve.
Las bombillas de bajo consumo, las tengo, no estoy muy segura de tanto ahorro, además, las buenas tienen un precio muy elevado. Si se rompen son muy peligrosas para la salud, por mucha aspiradora que se pase puede quedar algún polvillo que inhalemos sin darnos cuenta.
Hay que apagarlas en las habitaciones que no estemos usando, sean tradicionales o de bajo consumo, incluyo también las del jardín.
En el ahorro del agua, en mi casa sí se ahorra. Todo viene de una educación, el agua no nace en el grifo. Vivo cerca de un embalse. Además cuando era muy pequeña en la casa en dónde me crié no había agua, tenían que llevarla en cubos, el pozo en verano se secaba, en aquél entonces los veranos duraban más que ahora.
No diré nada de la ropa que se usa un sólo día y al día siguiente se va a comprar otra ni de la propaganda en general de todo tipo que vuela por las calles, llena los buzones y los contenedores, ni de los embalajes de cualquier cosa que adquirimos.
Hay muchas formas de ahorrar, es muy difícil cumplirlas todas.

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