lunes, 11 de febrero de 2008

La emigración de la familia

Supongo que por el primer cuarto del siglo XX, o antes, muchas familias de mi Galicia, y en concreto de la mía, no tuvieron otra opción que la emigración, o creían que era la salida más acertada, tengo la suerte que con una parte, no hace mucho tiempo, de esa familia, en mi afán de buscar todas las raices, conseguí comunicarme, los encontré en Cuba, en dónde nació la tercera generación. La situación es la que es. Huyeron para una vida mejor, y las generaciones se quedaron atrapadas, no sé si es una vida mejor o es un paréntisis largo de la vida.
Otra parte se fueron a Estados Unidos, no conseguí saber nada de nada. Al ser también una tercera generación a más, ni se preocuparán de saber de dónde proceden, o no tendrán ninguna dirección. No insistí mucho.
Era yo muy pequeña, recuerdo que mi abuela hablaba de su familia que se fue a Estados Unidos, en aquél entonces, seguramente había cartas, cuando falleció, yo tenía 6 añitos, imposible seguir el rastro de esas cartas, mi afán por saber de esta familia surgió muchos años después. No sé si volvieron en alguna ocasión a España , sólo tengo en mente las historias que por aquel entonces le oía a ella.
Con la familia de Cuba sigo en contacto. Alguno de sus miembros se vino para España en dónde vive, mi principal vínculo, estuvo de visita y se volvió.

Hoy he visto a mi precioso nieto, no me quedó otra, que ir a la salida de la guardería, una abuela como soy yo, no me gusta la visita como si fuera alguien lejano que veo por la calle y digo, ¡Qué monada, qué niño tan precioso! Me gustaría que me dejaran ser de otra manera.
Lo tuve el resto del día en el pensamiento, bueno, a los padres también los tengo, sé que su mamá lo pasa mal, le gustaría ver a su propia madre y no a mí, pero la vida es así de cruel. No consigo la forma de que me vea como una mano amiga, que quiero ayudar y ayudarla a ella. Es difícil, si me podéis aconsejar, aquí estoy esperando vuestros consejos.

Saludos, hasta mañana.

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