miércoles, 13 de febrero de 2008

Un día como casi todos

Hoy tuve un día de lo más normalito, sin ningún sobresalto, la rutina de todos los días, sin nada añadido. La rutina siempre hay que adornarla de alguna manera pero hoy decidí no hacerlo, lo único distinto es que estoy intentando contar algo.
Me preocupa este invierno-primaveral de mi Galicia, tendríamos que estar sintiendo el frío en nuestros huesos y es todo lo contrario, si no fuera el puñetero trabajo podría pasar parte del mediodía-primera hora de la tarde tomando el sol, a partir de las 19 horas hace fresquito.
Es el fenómeno cambio climático que siempre tengo en mente.
A pesar de estos días calurosos siento frialdad en mi persona, no consigo levantar el vuelo, mis pensamientos y mis dudas me embargan.
Trato de no insistir en el tema pero la poderosa mente va por sí sola.
Son muchas cosas las que trato de poner en orden, no son materiales, y no consigo encontrar el camino. Espero encontrarlo pronto.
Estuve un ratito con mi precioso nieto.
Hasta mañana.

1 comentario:

Chela dijo...

Gracias por visitar mi blog y dejar tu comentario.

Ahora te devuelvo la visita.Le he dedicado un rato largo a leer tus posts anteriores a éste.¡Hasta el primero!

Conozco Valdoviño y La Laguna. Es un lugar precioso. Hubo una época de mis vacaciones que iba cada día desde Ferrol a la playa en mi 600 azul. Otras veces iba a la de Meiras, a una que tenia entonces muchas barcas, y piedras...¡Toda esa zona es preciosa!

Respecto a lo de tu nieto y los consejos que pides puedo decirte, no por experiencia propia (soy soltera y no tengo hijos)sino ajena, pero muy directa, que lo mejor es no insistir en las visitas nuestras a los demás, pero si a la inversa, es decir tener siempre la puerta abierta a los demás, invitarles, sin agobiar...A la larga las cosas cambian a mejor. Lo contrario puede agobiar e incluso ahuyentar a quienes más queremos.

Bueno por hoy no me extiendo más.

Recibe un abrazo de una ferrolana.